Nuevo éxito judicial de la Fundación Artemisan en el contencioso contra el Consejo de Colegio Veterinarios
La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo, en la sentencia nº 1338/2019 de fecha 9 de octubre de 2019 ha dado la razón a la Fundación Artemisan y a la Real Federación Española de Caza en el contencioso que mantenían contra el Consejo General de Colegios Veterinarios de España.
El conflicto surgió a raíz de la publicación del Real Decreto 50/2018, de 2 de febrero, por el que se desarrollan las normas de control de subproductos animales no destinados al consumo humano y de sanidad animal, en la práctica cinegética de caza mayor. El Consejo General de Colegios Veterinarios de España consideraba que con este Real Decreto se invadían competencias que corresponden en exclusiva a los veterinarios.
El Real Decreto 50/2018 recoge la figura del cazador formado, reconocida en la práctica totalidad de los países de la Unión Europea y que permite que sea el propio cazador el que pueda detectar las posibles enfermedades que pudiera tener una especie de caza mayor abatida.
Evidentemente no se trata de que el cazador formado o persona con formación sustituya al veterinario, sino que lo complemente en un primer momento, tanto en el momento previo a que el animal sea abatido, como en los instantes inmediatamente posteriores, hasta su traslado, si va a ser objeto de comercialización, a una Sala de Tratamiento de Carnes de Caza, donde el papel del veterinario será imprescindible.
Desde la Fundación Artemisan hemos defendido que esta primera etapa es importante por la seguridad alimentaria, la trazabilidad y la calidad de las carnes, y, en definitiva, la figura del cazador formado evita el intrusismo, mejora la calidad de la carne de caza, ayuda a mejorar la detección de enfermedades y patologías de la fauna silvestre y reduce la prevalencia de enfermedades colaborando con los servicios veterinarios.
El Tribunal Supremo en su sentencia condena al Consejo General de Colegios Veterinarios de España al pago de las costas procesales.
Se trata sin duda de un nuevo éxito de la Fundación Artemisan, que junto con la RFEC llevan años defendiendo la figura del cazador formado y su importante función en prevención y detección de enfermedades de la fauna silvestre.