Uno de los primeros proyectos que la Fundación Artemisan planteó realizar fue la evaluación del impacto económico y social de la caza en España. Durante muchos se han manejado cifras sobre «el dinero que mueve la caza» sin una base científica sólida. En otras palabras, no existían certezas sobre el Producto Interior Bruto (PIB), el número de empleos y retornos fiscales generados por la caza en nuestro país. Por ello, desde Fundación Artemisan y la consultora Deloitte desarrollamos un ambicioso proyecto para evaluar estas cuestiones.

Para desarrollar el estudio, seleccionamos las Comunidades Autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, utilizando también un estudio previo realizado en Aragón. Cabe señalar que estas regiones reúnen la mayor parte del terreno cinegético (el 70 %) y número de cazadores (en torno al 65 %) del conjunto de España.

Por otra parte, identificamos a los distintos agentes de gasto, que en este estudio han sido cazadores, rehaleros, titulares de cotos y organizadores profesionales de cacerías. A todos ellos se sumaron las distintas administraciones públicas, la industria de la carne de caza e intermediarios en compra-venta de terrerenos cinegéticos, que también realizan gasto en esta materia.

Más de 4.000 encuestas

Durante varios meses actuamos a través de dos vías. Por una parte, recopilamos datos de los sectores para conocer y entender el sector «desde dentro». Por otro lado, enviamos encuestas a los distintos agentes. Para ello fue vital el apoyo de las Federaciones Autonómicas de Caza, los Gobiernos Autonómicos, distintas entidades del sector y otros organismos que han colaborado en el estudio.

El estudio resultó en más de 4.000 encuestas recibidas, un tamaño muestral lo suficientemente grande como para poder establecer conclusiones robustas.

Paralelamente, realizamos un estudio del impacto socio-económico de la caza en Castilla-La Mancha (puede descargarse en materiales de interés en esta misma página)