Artemisan propone un decálogo para potenciar la utilización de medidas agroambientales en la próxima reforma de la PAC

La Fundación Artemisan ha presentado este viernes los resultados del proyecto interFIELD, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, así como las conclusiones de la Estrategia Agroambiental para la Península Ibérica. Lo ha hecho en el primer Foro Abierto de Gestión Agroambiental celebrado en Ciudad Real.

Esta Estrategia Agroambiental es una propuesta elaborada tras meses de trabajo e investigación que plantea un nuevo modelo agroambiental para su posible inclusión en la próxima reforma de la Política Agrícola Común (PAC). El documento incluye en total diez medidas que buscan compatibilizar la rentabilidad agraria con la conservación de la biodiversidad.

Estas medidas pasan, en primer lugar, por buscar alianzas entre el sector agrícola y otros como el cingético o el forestal así como el apoyo de Administraciones, sindicatos agrarios, organizaciones no gubernamentales y otros organismos.

Artemisan además plantea la conservación de aprovechamientos y paisajes “de antaño” donde se sigue practicando la agricultura y ganadería extensiva, como la dehesa, y en los que aún se conserva un elevado número de especies de flora y fauna.

Asimismo, la Fundación propone el impulso de figuras como los cultivos y barbechos con el objetivo de ofrecer hábitat, alimento y zonas de refugio y reproducción a especies de fauna silvestre. En este sentido la entidad asegura que “ya hay camino andado” ya que en Europa existen ejemplos de este tipo de cultivos como linderos, caballones y márgenes funcionales financiados por las políticas agrarias. En países como España y Portugal hay iniciativas públicas y privadas, impulsadas estas últimas por cazadores y gestores cinegéticos, que están frenando la pérdida de biodiversidad en nuestros campos. No obstante, para Artemisan, estos cultivos y barbechos deben incluirse en el “primer pilar de la PAC”, de tal forma que “cualquier aprovechamiento agrícola tenga que dedicar un porcentaje de terreno al desarrollo de estas figuras”.

Por otro lado, la Fundación plantea en esta Estrategia Agroambiental una simplificación de los trámites burocráticos que deben realizar los agricultores así como la aplicación de unas normas de gestión y control de los fondos económicos.

Por último, propone que se lleve a cabo una monitorización y seguimiento de las medidas propuestas a largo plazo para así poder establecer sus efectos y detectar posibles aspectos a mejorar o a mantener.

Además para Artemisan es fundamental que todas estas medidas y conclusiones sean puestas en conocimiento de la sociedad, que ésta conozca la importancia de la agricultura y el papel de agricultores, cazadores y otros gestores “para la producción de recursos y la conservación de la biodiversidad”.

FORO ABIERTO

Además, en el marco de este primer Foro Abierto de Gestión Agroambiental se ha celebrado un debate en el que varias entidades han compartido sus experiencias en materia de medidas agroambientales para el beneficio del campo y su biodiversidad. En él han participado representantes de la Junta de Castilla-La Mancha, de Asaja Sevilla, de AEPLA, de SEO Birdlife y del Ayuntamiento de Córdoba.

CONCLUSIONES INTERFIELD

  1. La pérdida de fauna y flora silvestre en nuestros campos agrícolas: un problema de primer orden para la Agricultura y la Biodiversidad. 

El sector agrícola realiza muchos esfuerzos para garantizar el abastecimiento de productos básicos a la Sociedad, y la necesidad de competir en mercados cada vez más globalizados ha resultado en una mayor intensificación de los métodos de producción. Esta intensificación está causando un doble problema: nuestro Campo se ha ido quedando sin elementos que diversifican el paisaje (como las lindes) y sin especies de flora y fauna (especialmente aves esteparias), y los agricultores se enfrentan a importantes desafíos que afectan directamente a la producción, como la erosión y el incremento de resistencia de las plagas a los fitosanitarios. En este contexto, una de las soluciones es la aplicación de medidas agroambientales y su compensación económica a través de la Política Agraria Común, que ayuden a la recuperación de la biodiversidad pero manteniendo de la renta agraria.

  1. La Agricultura y los agricultores, principales protagonistas

Las experiencias desarrolladas en países de nuestro entorno son claras: cuando el desarrollo de medidas agroambientales encaja en el «día a día» del agricultor y las compensaciones económicas son justas, se puede frenar la pérdida de biodiversidad sin que esto suponga una pérdida de renta para el agricultor.

  1. Una alianza necesaria entre distintos sectores

El sector agrícola puede y debe contar con la ayuda de otros colectivos que realizan aprovechamientos en el medio agrícola y forestal (incluyendo el sector cinegético), valiéndose del trabajo que realiza la Administración,  Sindicatos Agrarios, Organizaciones No Gubernamentales y distintos Organismos dedicados a la investigación, el desarrollo y la innovación.

  1. Los paisajes agrícolas de antaño son auténticas medidas agroambientales

En zonas agrícolas donde se sigue realizando agricultura y ganadería «extensiva», incluyendo las dehesas, es posible ver paisajes ricos en fauna y flora así como en elementos del paisaje, como linderos, islas de vegetación y terrenos sin labrar. Estas zonas agrícolas que pueden ser poco productivas y están abocadas a desaparecer, suelen ser el hogar de animales y plantas que en otras partes están en declive o han desaparecido. Por lo tanto, las políticas agrarias debieran centrar sus esfuerzos en apoyar los aprovechamientos que se han venido realizando de forma sostenible y de este modo también evitar que los pocos agricultores que quedan en estas zonas caigan en «peligro de extinción».

  1. Cultivos y barbechos para la fauna silvestre

Entendemos que existe la necesidad de potenciar dos figuras que podrían considerarse como “superficie de interés ecológico” o bien desarrollarse en terreno agrícola para incrementar su implantación.

En primer lugar estarían los “cultivos para la fauna silvestre”, que engloban caballones (beetle-banks) y márgenes multifuncionales, y en segundo lugar los “barbechos para la fauna silvestre”. El objetivo general de ambas figuras es incrementar la superficie de elementos naturales que diversifican el paisaje durante períodos de al menos 4-5 años, y los objetivos particulares son:

  • Ofrecer a las aves y otras especies propias de estos hábitats, alimento y zonas de refugio frente a los predadores y para la reproducción.
  • Fomentar el control biológico de ciertas especies plaga (como insectos y roedores) al incrementar la diversidad global de especies en la cadena trófica.
  • Reducir la pérdida de suelos por procesos erosivos e incrementar la calidad y fertilidad de los mismos.
  • Incrementar el paisaje mosaico y actuar como “corredores ecológicos”.
  1. Ya hay camino andado

En España y Portugal, existen ejemplos de cultivos y elementos del paisaje como los linderos, caballones, márgenes multifuncionales y pequeñas reforestaciones, principalmente de tipo arbustivo. Estas medidas están siendo promovidas por el sector privado y público (como en zonas de especial protección para las aves, ZEPA). Así mismo, el concepto de cultivos para la fauna silvestre ya ha sido aplicado en otros países europeos con éxito, como es el caso del Reino Unido, donde el agricultor puede elegir entre un amplio abanico de medidas agroambientales, entre las que se incluyen los caballones y márgenes multifuncionales. Queremos destacar las iniciativas realizadas entre cazadores y gestores cinegéticos, en los que confluyen los intereses agrarios y de conservación de la biodiversidad.

  1. Financiación a través de la PAC.

Los “cultivos y barbechos para la fauna silvestre” deben incluirse en el primer pilar de la PAC, de tal forma que cualquier aprovechamiento agrícola tenga que dedicar un porcentaje de terreno al desarrollo de estas figuras.

Estas medidas agroambientales tienen que contar con suficiente financiación en futuras reformas de la PAC para que puedan aplicarse a gran escala y asegurar una compensación justa a los agricultores, que al fin y al cabo están dando un servicio a la Sociedad, lo que se conoce como “Servicio Ecosistémico”.

  1. Simplificación del “papeleo”

Dado que el «papeleo» es una fuente de preocupación para los agricultores y una de las razones del fracaso de propuestas anteriores, la simplificación de los trámites a realizar se erige como uno de los puntos críticos para su implementación. Es necesario desarrollar unas normas de gestión y control de los fondos sencillo, accesible y fácil de aplicar tanto para los gestores como para los beneficiarios.

  1. Formación e investigación

Hay que  realizar una monitorización e investigación sobre las medidas agroambientales propuestas a gran escala y largo plazo para establecer sus efectos en la agricultura y biodiversidad.  Sólo de esta forma se podrán detectar puntos a mejorar y mantener.

  1. Comunicación a la Sociedad

Es necesario que la Sociedad conozca la importancia de la Agricultura y el papel de los agricultores y otros actores del sector para la producción de recursos y la conservación de la biodiversidad.

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