Una de las prioridades de Fundación Artemisan es la gestión y cuidado de nuestros hábitats, tan necesarios para que podamos seguir realizando aprovechamiento cinegético, forestal y agrícola. Hábitats que, al mismo tiempo, son el hogar de la fauna y flora silvestres.

Dentro de estos hábitats, son precisamente los agrícolas en los que cada vez es más difícil ver «vida». Especialmente aves que antaño eran muy comunes pero que ahora brillan por su ausencia. Entre ellas, la perdiz roja, el sisón, las gangas, el alcaraván y la avutarda.

Basta con darse una vuelta por muchos de nuestros campos agrícolas tras la siega para comprobar que estas aves no lo tienen fácil para reproducirse, encontrar refugio y alimentarse.

PAC sin éxito

En líneas generales, la Política Agraria Común (PAC) ha intentado sin éxito frenar y revertir esta situación. Así, ha tratado de compatibilizar la conservación de las especies con la rentabilidad de las explotaciones. Estas, cada vez tienen que competir con precios más bajos en un mundo muy globalizado.

No obstante, sí existen ejemplos, tanto aquí como en otros países, que muestran que es posible mantener un equilibrio entre una agricultura rentable y un campo vivo».

El proyecto InterFIELD, promovido por Fundación Artemisan con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, tuvo como objetivo conocer estos ejemplos y pensar en cómo incorporarlos en la realidad del campo ibérico.

Durante el año 2018 recopilamos el conocimiento existente en materia de medidas agroambientales. Además, creamos un grupo internacional de expertos y profesionales para mejorar la conservación de la biodiversidad en medios agrícolas.

Así, recopilamos la información científica existente sobre las medidas agroambientales en España y el resto de Europa. Con ello, publicamos un completo informe científico titulado ‘Las medidas agroambientales, ¿una solución para cuidar la biodiversidad agrícola?’.

Cabe destacar que los estudios son claros y afirman que las medidas agroambientales pueden ser positivas para conservar los hábitats y sus especies. Con una estrategia clara: disminuir la intensificación de nuestro campo y preservar aquellos métodos de producción que, aún siendo menos rentables, generan mucha riqueza ambiental. Es aquí donde las ayudas y subvenciones podrían marcar la diferencia, porque el campo necesita tanto agricultores como fauna y flora silvestre.

Reunión de expertos y experiencia internacional

En marzo de 2018 celebramos una reunión de expertos en Madrid para recabar opiniones sobre el futuro de la gestión agroambiental de la Península Ibérica. Esta reunión supuso la creación de un grupo multidisciplinar que reunió a numerosas entidades agrarias, cinegéticas e institucionales, entre otras.

A lo largo de 2018, realizamos dos viajes a Reino Unido junto a responsables de administraciones e instituciones de cinco comunidades autónomas, federaciones de caza y otras entidades. Gracias a ello, conocieron de primera mano proyectos demostrativos desarrollados por la Game & Wildlife Conservation Trust. También conocimos un proyecto de conservación de aves limícolas en el valle del río Avon y el proyecto de Rotherfield.

Además de Inglaterra, visitamos fincas en Portugal y España para conocer casos concretos en los que se está realizando gestión agroambiental. Bien con fondos públicos como en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs), bien con fondos privados, como en las fincas dedicadas a caza menor.

Foro Abierto de Gestión Ambiental

Todo este trabajo lo presentamos en el Foro Abierto de Gestión Agroambiental, celebrado en Ciudad Real, en el que varias de las entidades compartieron sus experiencias en materia de medidas agroambientales para el beneficio del campo y su diversidad.