PIRTE, un proyecto pionero que ha abierto las puertas a recuperar la caza de la tórtola
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Desde su puesta en marcha en 2019, PIRTE ha supuesto un gran avance en el conocimiento de la tórtola y en la puesta en marcha de las medidas exigidas por la Comisión Europea para levantar la moratoria sobre la especie
El Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea en Extremadura (PIRTE), un estudio pionero puesto en marcha por Fundación Artemisan, con la colaboración de la Federación Extremeña de Caza y el apoyo de la Junta de Extremadura, ha abierto las puerta a recuperar la caza de la tórtola, que se encuentra en estado de moratoria desde el año 2021.
Desde su puesta en marcha en el año 2019, PIRTE ha supuesto un gran avance en el conocimiento de la especie y su recuperación y un impulso para que la tórtola sea una de las pocas especies para las que se plantea la recuperación de su caza, con limitaciones, una vez incluida en una moratoria.
Uno de los pilares del proyecto a largo de sus cinco años de vida ha sido implicar a cazadores y gestores en la monitorización de la especie para conocer el estado de sus poblaciones. En este sentido se han realizado más de 700 censos mediante transectos en un centenar de cotos cada año, a lo que se suman censos mediante estaciones de escuchas realizados por técnicos especializados.
Prácticas beneficiosas para la tórtola
Asimismo, desde el inicio del proyecto se fomentaron prácticas de gestión beneficiosas para la tórtola, bien a través de cotos demostrativos en los que estas prácticas se han llevado a cabo desde el propio proyecto, bien a través del estudio a mayor escala de la gestión que se lleva a cabo en cotos de la región.
Además, desde 2021 la Junta de Extremadura está realizando un plan de gestión adaptativa como medida de preparación ante el posible levantamiento de la moratoria de caza de 2025, en el que los cotos que quieran volver a realizar un aprovechamiento cinegético de la especie tienen que estar inscritos en un inventario de cotos y demostrar que realizan gestión de hábitat a través de aporte de agua, alimento, manejos agrícolas (siembras para la caza) y forestales (desbroces y clareos).
Este plan de gestión adaptativa era uno de los requisitos que imponía la Comisión Europea para levantar la moratoria de la tórtola, así como la mejora en la recogida de datos de caza, algo que se lleva a cabo gracias al Precinto Digital de Caza, una herramienta de Fundación Artemisan y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería que se ha probado experimentalmente en el PIRTE con muy buenos resultados.
Gestión del hábitat
En líneas generales, la gran mayoría de cotos extremeños realiza prácticas de gestión que pueden beneficiar a la tórtola, principalmente aporte de agua y alimento; pero menos de la mitad realiza gestión agrícola y forestal, muy posiblemente debido a la dificultad de acometer estas medidas porque no siempre las tierras pertenecen a cazadores y gestores. En este sentido, se pone sobre la mesa la necesidad de que los cotos reciban más apoyo para poder poner en marcha estas prácticas.
Y es que los resultados preliminares, a falta de un mayor análisis que se está llevando a cabo junto a la Universidad de León, apuntan a que aquellos cotos que realizan medidas agrícolas albergan mayores densidades de tórtolas que aquellos que no las realizan.
Experiencias de gestión y caza adaptativa
Dentro de este proyecto pionero, la Junta de Extremadura aprobó la realización de pruebas experimentales de caza en un número muy limitado de cotos que cumplían los requisitos del inventario del plan de gestión adaptativa con un cupo restrictivo y con el uso obligatorio del Precinto Digital de Caza.
Pese a que el número de cotos y capturas ha sido muy limitado dentro de esta prueba experimental, los gestores y cazadores se han familiarizado rápidamente con el manejo de la aplicación y la planificación del aprovechamiento, lo que invita al optimismo de cara al posible levantamiento de la moratoria.
Estudio de biología y ecología de la especie
También dentro del proyecto PIRTE, y en colaboración con la Universidad de Extremadura, se ha realizado durante estos años un esfuerzo de seguimiento de tórtolas mediante anillamiento y colocación de dispositivos GPS a tórtolas juveniles. Los resultados muestran que las tórtolas vuelven a sus lugares de nacimiento (filopatría) y que las tórtolas juveniles hacen un uso del territorio sin realizar grandes desplazamientos, de apenas varios kilómetros desde los puntos de marcaje.
Para Carlos Sánchez, coordinador adjunto de Investigación de Fundación Artemisan, el proyecto PIRTE “ha supuesto un gran avance en el conocimiento científico y práctico de la tórtola y ha servido para demostrar que los cotos cuentan con las herramientas exigidas por la Comisión Europea para recuperar la caza de la tórtola y que se levante su moratoria”.
Por su parte, el presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, ha señalado que PIRTE “ha sido un ejemplo de colaboración entre administración, cazadores, gestores y organizaciones del sector que ha demostrado que es posible recuperar una especie que estaba en una situación complicada, algo que puede extenderse a otras especies y a otros territorios”.