Concluye el estudio de Evaluación del estado de las aves cinegéticas en la Comunidad de Madrid
Fundación Artemisan ha concluido el estudio ‘Evaluación del estado de las aves cinegéticas en la Comunidad de Madrid y diseño de metodología para su seguimiento a largo plazo’, realizado con la colaboración de la Federación Madrileña de Caza y financiado por la Consejería de medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
El estudio ha permitido realizar un diagnóstico de la situación de las diferentes especies en la comunidad y diseñar un sistema de monitorización a largo plazo en el que los cazadores y gestores sean protagonistas y que permita tomar las mejores decisiones de gestión.
Entre los resultados, destaca que la paloma torcaz y bravía son las especies cinegéticas más abundantes y las que se distribuyen de forma más homogénea en la Comunidad de Madrid. Con densidades medias de 10 aves por km², alcanzando las 100 y 200 aves por km² en algunos puntos de la región. A estas especies les sigue la urraca, con una densidad media de 7 aves por km², alcanzando las 20 – 30 aves por km² en algunos puntos.
Zorzales, perdices y tórtolas
En cuanto a aves migratorias invernales, el zorzal común es muy abundante. Con densidades medias de 500-600 aves por km² en olivar, hábitat muy favorable. Por su parte, el zorzal charlo presenta densidades medias de hasta 26 aves por km ² en pinares de la sierra.
El estudio también arroja datos sobre la perdiz roja, que muestra una gran variación de densidad entre los distintos hábitats considerados. Con valores de hasta 20 aves por km ² en paisajes agrícolas, pero con densidades mucho menores en hábitats desfavorables. La misma situación se ha dado con la tórtola europea, especie que todavía es abundante en el suroeste de Madrid.
Diagnóstico del status poblacional de las aves cinegéticas
El proyecto tuvo como objetivo la realización de un diagnóstico del estatus poblacional de las aves cinegéticas en la Comunidad de Madrid. A través de la elaboración de estimas de densidad poblacional y la elaboración de mapas de distribución de estas especies. Además, su aplicación práctica era el diseño de una metodología de monitorización de especies a lo largo del tiempo. Y que fuese el propio sector cinegético el encargado de realizar este seguimiento.
Para llevar a cabo el estudio se seleccionaron 41 cuadrículas UTM de muestro de 10 x 10 kilómetros. Cuadrículas que cubrían los hábitats más representativos de Madrid. Desde las áreas de montaña hasta las vegas y dehesas, pasando por áreas de cultivo de cereal y olivares.
214 transectos y más de 1.000 kilómetros
Para ello, se ha utilizado el método de transecto. De aproximadamente 10 kilómetros desde vehículo a baja velocidad y a pie en el caso de los zorzales, una metodología más adecuada para la especie. En total, se han realizado 214 transectos en los que se han recorrido más de 1.000 kilómetros.
Con el objetivo de obtener estimas de densidad poblacional, se han llevado a cabo tres campañas de censos diferentes en función de la fenología de las especies. En febrero y marzo para especies sedentarias como perdiz, urraca, palomas y otros córvidos como grajilla y corneja. En mayo y junio para aves migratorias estivales como tórtola europea y codorniz. Y durante los meses de invierno una específica para el zorzal.
Por su parte, para la elaboración de mapas de distribución, además de la información de campo, se ha recurrido a la información de los planes técnicos de caza y a encuestas. Encuestas que han arrojado información tanto de distribución como de la gestión que se realiza en los cotos. Todo ello gracias a la colaboración de la Federación Madrileña de Caza y a sus federados.
Los hábitats tienen gran influencia en la distribución y abundancia
En este sentido, cabe señalar que los resultados confirman que, aunque es necesario incrementar el esfuerzo en el seguimiento de especies concretas como la codorniz y la tórtola, los hábitats tienen una gran influencia sobre la distribución y abundancia de las especies cinegéticas.
Desde Fundación Artemisan agradecen la colaboración a todas las personas y entidades que han participado en el estudio y animan a todos a seguir colaborando en la monitorización de especies a través del Observatorio cinegético, porque es la única manera de tomar decisiones de gestión respaldadas por la ciencia y los datos y para el futuro de la caza.